Es
una realidad que desde que despertamos pensamos, ¿Qué me voy a poner?, y cuando tenemos una “ocasión especial” ufff… pasamos días, semanas, meses... (No creo que
años) pensando ¿qué nos vamos a poner?, ¿cómo nos vamos a peinar o maquillar?,
etc., etc., etc. Pues siempre queremos vernos bien, siempre estamos en esta
búsqueda de la belleza; así es como
empecé a preguntarme ¿qué es la belleza?, ¿Por qué tanto drama?; obvio busqué
en la RAE y encontré esto:
Entonces lo entendí todo; para los
griegos, la belleza era sinónimo de perfección,
la cual hablaba de proporción y equilibrio; para Aristóteles la belleza
no estaba relacionada con lo que es agradable a los sentidos (como la vista, el
tacto, y esos que nos enseñan en la primaria), porque esta belleza solo se
podía contemplar, mas no desear.
Es una realidad que en la
actualidad la belleza es sinónimo de dinero, no hay mujer fea sino esposo
pobre… (pequeño chiste) pero si asociamos a la belleza con juventud, cuerpo
de revista, super cabello, piel perfecta, etc., etc., y cuando no posees nada de esto, eres FEA—SI…
MUY FEA.
Entonces hagamos cuentas: juventud
+ cuerpo de revista + super cabello +
piel perfecta + esposo rico = ¿BELLEZA?…
pues NO, la realidad es que NO.
Le hace falta eso que dice la RAE,
esa propiedad que hace amar, aquí es cuando entra lo que se conoce como belleza
interior, esa que no se ve y que a pocos les importa, pero esa belleza es súper importante, y creo
que es mas difícil obtener, pues no hay cirujanos para el interior.
Se dice que esta belleza se logra
cuando somos ordenados y cuidadosos con nuestras emociones, una persona con
belleza interior es equilibrada, segura de sí misma, creativa, sensible,
carismática, positiva, es alguien tan humilde y sencilla como yo … jajaja…just
kiding.
También leí que es una persona que
sabe conectarse con ella misma y con los demás, o sea que no es egoísta, algo
así como el internet de mi vecina.
Siento que ya estoy escribiendo
mucho, pero para entender las cosas siempre asocio todo con comida, hay
ocasiones en las que vemos un platillo y se nos hace “agua la boca” y resulta
que al probarlo te das cuenta que no tenía sabor, así es la belleza, debemos cuidar todos los
aspectos, no solo es el cómo se ve, sino también su sabor.
Y no olviden que la belleza en el
exterior nunca se introduce en el alma, pero la belleza del alma si puede
reflejarse en el exterior.
BY MARI SANTIAGO
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