jueves, 29 de enero de 2015

Ponle Sabor a tu Belleza


Es  una realidad que desde que despertamos pensamos, ¿Qué me voy a poner?,  y cuando tenemos una “ocasión especial” ufff…  pasamos días, semanas, meses... (No creo que años) pensando ¿qué nos vamos a poner?, ¿cómo nos vamos a peinar o maquillar?, etc., etc., etc. Pues siempre queremos vernos bien, siempre estamos en esta búsqueda de la  belleza; así es como empecé a preguntarme ¿qué es la belleza?, ¿Por qué tanto drama?; obvio busqué en la RAE y encontré esto:
Entonces lo entendí todo; para los griegos, la belleza era sinónimo de perfección,  la cual hablaba de proporción y equilibrio; para Aristóteles la belleza no estaba relacionada con lo que es agradable a los sentidos (como la vista, el tacto, y esos que nos enseñan en la primaria), porque esta belleza solo se podía contemplar, mas no desear.




Es una realidad que en la actualidad la belleza es sinónimo de dinero, no hay mujer fea sino esposo pobre… (pequeño chiste) pero si asociamos a la belleza con juventud, cuerpo de revista, super cabello, piel perfecta, etc., etc.,  y cuando no posees nada de esto, eres FEA—SI… MUY FEA.

Entonces hagamos cuentas: juventud + cuerpo de revista + super cabello +  piel perfecta + esposo rico = ¿BELLEZA?… pues NO, la realidad es que NO.


Le hace falta eso que dice la RAE, esa propiedad que hace amar, aquí es cuando entra lo que se conoce como belleza interior, esa que no se ve y que a pocos les importa,  pero esa belleza es súper importante, y creo que es mas difícil obtener, pues no hay cirujanos para el interior.

Se dice que esta belleza se logra cuando somos ordenados y cuidadosos con nuestras emociones, una persona con belleza interior es equilibrada, segura de sí misma, creativa, sensible, carismática, positiva, es alguien tan humilde y sencilla como yo … jajaja…just kiding.

También leí que es una persona que sabe conectarse con ella misma y con los demás, o sea que no es egoísta, algo así como el internet de mi vecina.

Siento que ya estoy escribiendo mucho, pero para entender las cosas siempre asocio todo con comida, hay ocasiones en las que vemos un platillo y se nos hace “agua la boca” y resulta que al probarlo te das cuenta que no tenía sabor, así es  la belleza, debemos cuidar todos los aspectos, no solo es el cómo se ve, sino también su sabor.

Y no olviden que la belleza en el exterior nunca se introduce en el alma, pero la belleza del alma si puede reflejarse en el exterior.

BY MARI SANTIAGO

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