lunes, 14 de agosto de 2017

¿Y los Servicios de Salud Materna "apá"?

Por Zita Herrador

Ojalá el tema del conflicto materno fuera solo social: es jurídico y político, sin medir los alcances que muchas de estas políticas -o la falta de ellas- tienen para el amplio sector femenino, especialmente el materno, que al igual que muchos otros grupos es un sector vulnerable y merece toda la atención y protección social y legal. 

Así que, en este tenor de ideas, me tomo la libertad de enumerar algunos problemas que muchas mexicanas, madres de familia, vivimos o hemos visto a alguna otra mamá padecer de cerca:

-Lo que tenemos en el vientre NO es un "conjunto de células sin derechos": es un ser humano desde su concepción y merecemos (¡¡¡necesitamos!!!) hijo y madre ser cuidados por todas las vías culturales, sociales, laborales y jurídicas desde la etapa inicial de La gestación. 

Quien dude que lo que se lleva en el vientre es una persona distinta a la madre, por favor, búsquese un buen médico que le explique cuestiones básicas de biología y genética. Si no lo encontrara, con gusto le proporcionamos vídeos que lo explican a detalle o puedo prestarles el ultrasonido de mi bebé que en la semana 8 de gestación ya movía brazos y piernas con la agilidad de un buen acto circense. 

-Los servicios públicos de salud para la atención del embarazo son terroríficos: instalaciones deplorables, personal rebasado en su capacidad de atención, desabasto de medicamentos y de materiales básicos para la revisión gestacional, exceso de burocracia y dificultades para acceder a envíos, incapacidades. Esto claro no es culpa del cuerpo médico sino de un sistema con muchos lastres y del cual todos somos víctima (todos menos muchos gobernantes y políticos que muy seguramente jamás han tenido que hacer fila en urgencias del IMSS para que les atiendan o al menos les tramiten alguna incapacidad laboral).

Atender el embarazo mediante el sector privado no es tampoco cosa fácil ni mucho menos económica, y muchas familias hacen el esfuerzo de costearlo con tal de obtener una atención más higiénica, pronta y eficiente. No es justo, en ninguno de ambos casos.  

-Faltan información y servicios  básicos para atender urgencias obstétricas y perinatales, y si vives en algún poblado rural o serrano... ya mejor ni explicamos. Además, en el caso de enfermedad de hijos menores de edad, solo algunas instituciones de salud otorgan licencias por "cuidados maternos", obviamente solo a la madre y sólo aplica en algunos trabajos a fin de justificar la ausencia laboral. Si el hijo amanece enfermo y la madre prefiere y puede llevarlo a un servicio de atención particular -por la agilidad que esto implica-, el permiso en el trabajo quedará a expensas de la buena voluntad del jefe. ¿Dónde queda entonces el derecho de buscar y elegir la atención médica que uno considere más adecuada para los suyos, con todo lo que esto implica?


-Urgen políticas públicas que mejoren el nivel de vida de todos los mexicanos, especialmente de las madres gestantes: en Chile lograron reducir drásticamente los índices de mortandad materna mejorando las condiciones de higiene y salubridad de los hogares, capacitando a las embarazadas en temas de salud preventiva y detección oportuna de emergencias y mejorando la atención en las clínicas. Es una falacia aseverar que despenalizar el aborto reduce dramáticamente los índices de muerte materna; ellos decidieron, en un orden lógico de ideas, priorizar y atender las causas del otro 95% de casos que ocasionaban los decesos de las gestantes... 
¿no podríamos hacer lo mismo en México...? 
¿Priorizar en base a las necesidades reales y apremiantes del grueso de la población materna? 

Porque quienes hemos dado a luz, o quienes lo han vivido con nosotros, sabemos que atender esto URGE.

(La maternidad en mi país, parte 2)

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